Medidas tempranas
Las noticias indican qu las escuelas y universidades en Portugal cerraron cuando aún no había ningún deceso atribuido a la pandemia, mientras que las medidas de confinamiento se adoptaron cuando había pocos casos y eso fue vital para que el virus se propagase de forma mucho más lenta de como lo estaba haciendo en España.
España, en cambio, declaró el estado de alarma el 14 de marzo, cuando en el país ya habían más de 6,000 casos y casi 200 fallecidos.
Compromiso de la ciudadanía
Otro factor fundamental es que los portugueses aceptaron las decisiones del gobierno y decidieron quedarse en casa incluso antes de que el aislamiento fuera obligatorio. Los portugueses entendieron que sólo se podría detener al nuevo coronavirus quedándose en casa desde el primer momento.
Unidad en la clase política
Este fue otro factor importantísimo para lograr el efecto deseado: la clase política lusa asumió el compromiso evitando la confrontación, mientras que en España el debate político sobre el coronavirus acentuó las divisiones entre oficialismo y oposición.
En una carta enviada por el líder del Partido Socialdemócrata, opositor al gobierno, a sus militantes, les pide a estos últimos evitar las críticas que hacen al gobierno, recordando que éste es un momento muy importante para el país y que todos deben estar unidos para vencer la crisis. Por el contrario, en España, el líder de la oposición, Pablo Casado, del Partido Popular, lanzó severas críticas a la gestión de la crisis que está haciendo el gobierno, al igual que el partido de ultraderecha Vox.
Al 17 de abril, Portugal registra 19,022 casos y 657 decesos por Covid-19.